Sensiblemente catastrófica.  Es esta la mirada que Lars von Trier me pasó sobre el inevitable fin del mundo.  En su última película Melancholia, dos hermanas son el foco central de esta obra que ya desde el comienzo se presenta con lirismo musical que encanta, pero al mismo tiempo nos prepara para el fin.  Ocho minutos de la obra Tristán e Isolda de Wagner, acompañada de fotos e imágenes surrealistas y luego la historia comienza.  Es como si von Trier quisiera hacernos entrar en ese mundo cósmico que él idealizó para hacer Melancholia.  Y lo consiguió!  Imágenes del cosmos, la via Láctea, una novia con piernas y brazos atados al piso, caballos, paisages oníricos.  Por medio de la relación de estas dos hermanas, interpretadas por la siempre linda Charlotte Gainsbourg, casada con un controlador científico millonario, y Kirsten Dunst, copywriter en una agencia de publicidad cuya alma está vendida para el mundo corporativo (mejor actriz en Cannes 2011), von Trier hace un paralelo entre los sentimientos humanos en el mundo contemporáneo y el fin de los tiempos, provocado por la colisión del planeta Melancholia con la Tierra.   A veces, la impresión es que él tiene la cámara en la mano (bueno, él fue uno de los miembros del Dogma 95) para hacernos entrar al mundo de estos personajes tan humanos, tan frágiles, tan sensibles.   En dos partes, Melancholia cuenta la historia de la familia de estas dos hermanas, comenzando en la fiesta de matrimonio de una de ellas (Kirsten Dunst, que según ella misma dice “knows things” y parece que siente cosas también), con diálogos intensos entre los miembros de la familia que está también al borde de una explosión.  Kiefer Sutherland, Charlotte Rampling y John Hurt explican un poco el por qué de esta familia tan llena de rabia y resentimientos.  Padres separados, un cuñado que salva a la hija de la familia desunida, una hija con problemas psiquiátricos que resulta ser la única que entiende verdaderamente que este mundo en que vivimos es así porque sí (“What did you expect?”) y la única que entiende lo que se nos viene encima. 

Ahora un REWIND a antes de ver la película.  Mientras esperaba que la sesión comenzara, abrí mi libro que acababa de comprar (Istanbul, de Orhan Pamuk) y me encuentro con esta frase:

“The beauty of a landscape resides in its melancholy.” Ahmet Rasim